Quiere seguir en activo hasta el 2010
David Barrufet tiene previsto dejar la selección tras los Juegos Olímpicos de Pekín, el próximo año, pero su intención es seguir dos años más en activo, hasta 2010. El portero catalán, de 36 años, tiene contrato con el Barcelona hasta junio de 2008 y su deseo es poderlo ampliar dos temporadas más, para cumplir así el sueño de retirarse en el club en el que se formó y en cuyo primer equipo debutó hace 19 temporadas
”Tú serás mi sucesor”, le susurró con un guiño de complicidad Lorenzo Rico a David Barrufet un día de finales de los años 80. Recién ascendido al primer equipo del Barça, el entonces joven portero azulgrana, un tallo de casi dos metros, se tomó poco menos que a guasa el vaticinio de su compañero e ídolo. No podía imaginarse el futuro esplendoroso que le aguardaba, una trayectoria de casi dos decenios en la élite, decenas de títulos con su club, un cofre de medallas con la selección española –con la guinda del oro en Túnez, hace dos años– y el reconocimiento internacional como uno de los mejores metas del mundo. Con 36 años cumplidos y cuerda para “otros cuatro más”, Barrufet afila sus armas –el instinto, los reflejos, el sentido de la anticipación–, con la misma ilusión y deseo del primer día. El Mundial de Alemania, que arranca pasado mañana –si bien España no debutará hasta el sábado–, es su próximo reto. No es un torneo cualquiera. Será su último Campeonato del Mundo. “Pues sí, vaya, no lo había pensado; pero sí, será el último”, asiente ‘Barru’, que hace tiempo que puso fecha a su adiós a la selección: los Juegos Olímpicos de Pekín-2008.
Barrufet, que ha estado consecutivamente en los Mundiales de Suecia-93, Islandia-95, Japón-97, Egipto-99, Francia-01, Portugal-03 y Túnez-05, antepone los éxitos del grupo a los hitos personales, pero ello no le impide llevar al día las cuentas sobre sus partidos con la selección. “Son 237”, corrige, desde el otro lado del hilo telefónico. Un viaje de más de 16 años en el que ha batido casi todos los récords. La próxima barrera a superar son, justamente, el récord de entorchados internacionales, los 245 que atesoran Juan Francisco Muñoz Melo y Lorenzo Rico. “Me hace muchísima ilusión poder superar a Lorenzo, fue mi maestro. El lo sabe y también se alegra”, explica Barrufet que, puestos a soñar, se imagine el próximo 4 de febrero, en el majestuoso Kölnarena, con la medalla de oro al cuello, la clasificación olímpica en el bolsillo y una nueva marca de internacionalidades. “¡Sería fantástico!”, apunta.
No es una opción descabellada. Al contrario. La selección española llegará a Alemania como una de las grandes favoritas. Defiende el histórico título ganado en Túnez en 2005 y hace un año, en el Campeonato de Europa de Suiza, demostró con la medalla de plata que está en un ciclo de clara bonanza. Barrufet acepta la etiqueta con matices. “Somos varios los equipos que partimos con las mismas opciones; el balonmano está hoy en día muy igualado y un gol arriba o abajo te mete en la lucha por las medallas o te condena a luchar por el quinto puesto”, expone el meta catalán. ¿Los favoritos? “Francia, Croacia, Alemania, Dinamarca y España; entre estos cinco saldrá el campeón del mundo”, pronostica el catalán.
El vestuario español tiene asumido que el oro de Túnez no otorga ninguna patente de corso. “No te da goles ni puntos”, subraya ‘Barru’. Sin embargo, la pervivencia del espíritu ganador, de la capacidad y el gusto por el trabajo y de la armonía entre todos los componentes de la selección sin son factores que influyen en la marcha de cualquier equipo. “Veo a la gente con muchas ganas de hacer bien las cosas, con la misma mentalidad que hace un año en Suiza y el mismo grado de concentración; ello no te garantiza el éxito, por supuesto, pero cuando partes de esta seguridad tienes mucho ganado”, apunta el internacional español.
LA HUMILDAD, CLAVE
La humildad es, junto al compromiso y la laboriosidad, el concepto que mejor cuadra con la selección española. “El principal enemigo de España es la propia España. Si asumimos que no existe ningún rival inferior, tendremos opciones. El Mundial, ahora mismo, empieza y acaba para nosotros con el partido contra Egipto. Lo que hayamos ganado hasta la fecha no sirve de nada”, comenta Barrufet. El portero catalán, que en Alemania se repartirá los minutos de juego con Hombrados, expresa un deseo antes del inicio del torneo. “Que nos respeten las lesiones. La concentración ha sido algo movida en este sentido, con lo de Gabaraya, Salva (Puig) y algún que otro susto. Ojalá todo quede ahí”, apostilla.
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